Esta es la nueva silla de Pame que reciclé hace unos días. Me contó que la encontró en la casa de la madre a punto de pasar a mejor vida. Sin embargo, le vio un algo que la sedujo, por lo tanto "palo y a la bolsa".
Previas charlas "via mail", una tarde me la trajo junto con la tela que eligió para tapizarla. Y la verdad que no se equivocó en rescatarla, porque a pesar de que había varios asuntillos para arreglar (patas flojas, relleno inexistente, tornillos rotos y la huella de lo que fue un lustre) esta silla cincuentona tiene un diseño encantador.
No conocía a Pamela, pero ojalá le haya gustado tanto su silla como a mi conocerla a ella. Un placer!!!
Si tenés una silla para reciclar, podés hacer contacto con Cuchita Bacana
Quedó impecable!!
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