Limpieza del cajón de tipografías Cuchita Bacana |
Una vez retirada la "tapa", pude limpiarlo y lijarlo bien. Finalmente, le di una mano de barniz satinado. La verdad, no soy muy amiga de los barnices, prefiero un acabado más natural como el que te permite la cera, o la goma laca, si es un mueble de estilo clásico. Pero en este caso, prioricé la facilidad para manetenerlo limpio y la verdad que quedó muy bien.
Pero volvamos al cajón. Una vez listo, vacío y limpito pensé "y ahora qué". Me imaginé un gran scrabble. Y entonces, sobre pequeñas maderitas que corté para tal fin, dibujé, pinté, y pegué letras sueltas. Las primeras palabras surgían fácilmente: casa, amor, luz…Y así varias. Pero hete aquí que se me complicó cuando, siguiendo las reglas de este juego, empecé a cruzarle palabras. Que significa `onzi´: nada. Y `zapi´, sí, ok, pizza alverre, pero no vale. Después de un rato de sensaciones tan poco estimulantes, como frustración, aburrimiento, etc, y a punto de tirar todo por la ventana, decidí lo que se ve a continuación. Está bien, no es un una historia digna para el Nobel a la literatura, pero tiene un final feliz. ¡¡Y qué mejor que hacer feliz a un pez enamorado de una rana!!
Vista cajón de tipografías de Cuchita Bacana Si te gusta y querés tenerlo en tu casa, hacé contacto con cuchitabacana@gmail.com Podes llevartelo vacío o con todas letras y piedras decoradas |
Me gustan los finales felices!
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