Si no me equivoco era el
poeta Rilke quien dijo que la infancia es la patria de uno (pueden corregirme si le erro a la autoría!!). Y la verdad
que siempre comulgue con esta idea. Es más, ni siquiera pienso en la patria como un
país entero, sino como aquel territorio de pocas cuadras en la que estaban nuestros
amigos, el almacén, la escuela, el kiosco. Pocas cosas y lugares seguros.
Mi patria chica era la
calle Paraná al 1200, en La Lucila. Allí tuve mi primera bicicleta
"Aurorita", la
Pelopincho que nos mantuvo de diciembre a marzo en prolijo remojo a mi hermana y a mi, y el álbum de figuritas Terciopelo,
que cortó de cuajo con la estética de las figus con brillantina que venían
reinando el universo de las “niñas”
durante varias generaciones.
Estas figuritas de mis amores, hacían un repaso por la historia de la moda. Y la verdad que
no sé si tenían mucho rigor histórico, pero lo que puedo asegurar es que esos
trajes colmados de falso terciopelo eran para mi mirada, perfectos, sublimes, mágicos.
Y cuantas más figuritas tenía, mayor era mi deseo de llenar el álbum.
Lo que pasaba es que durante muchas generaciones los álbumes fueron una cosa seria para los
chicos: eran un tema de conversación, lograban amistades o rupturas. A las
figuritas se las coleccionaba con pasión, se las cuidaba. Por ellas se llegaba al sacrificio de dormir la siesta con tal de
recibir de premio uno o dos paquetes. Y por supuesto se las “cambiaba” en los
recreos a lo que se entendía era su justo precio (una “difícil” podía valer varias
de las “repetidas”)
Pero me fui de las ramas porque mi intención en este post era mostrar los banderines que hice con algunas figuritas muy antiguas que forman parte de un lote que compré porque me encantaron. No sé sobre usos y costumbres de figuritas, salvo a lo que mi infancia se refiere. Por lo tanto, sólo puedo contar lo que me dijeron y lo que veo: dicen que son de mediados de la década del 30, y veo que son troqueladas. Intuyo que deberían venir en una plancha y a lo mejor era el propio chico el que se encargaba de separlarlas. No sé, quizas alguien pueda poner luz sobre el tema.
Obviamente, me voy a ir desprendiendo de las repetidas, el resto quedarán. Hay osos de circo, animales de la selva, flores, pájaros, ángeles, nenes y nenas con trajecitos preciosos jugando o tocando algún instrumento. Y lo más lindo de todo es que algunas conservan en lápiz el nombre de sus dueños, como para que no haya confusiones.
¿Y vos, qué figuritas coleccionaste?
Valor Banderin Vintage con figuritas antiguas pátina marfil 180.-
Vendido!