martes, 14 de mayo de 2013

Muebles con historia de amor

Será por mi columna de los viernes para la sección Casa de la web de la Revista OHLALA!... Será quizás por el azar del Facebook, o simplemente porque algunos ya me conocen,  pero lo cierto es que asiduamente  recibo en mi correo consultas sobre cómo reciclar un mueble. Junto al mail, me llegan las fotos de “esa cómoda” que pareciera no querer más pero que compraron enceguecidos en un arrebato de amor a primera vista. O simplemente, porque perteneció a algún ser querido y quieren conservarlo (en esta categoría, los objetos heredados de los abuelos ganan por goleada!!)

Es que los  muebles guardan historias. Algunas podrán ser chiquitas, cotidianas. Otras, quizás escondan secretos que develados podrían cambiarle el destino a más de una vida… ¡Vaya uno a saber!
A lo largo de estos años desarmando muebles  y  tapizados junté cantidad de botones perdidos, bolitas de todos los colores, capuchones de lapiceras, boletos de colectivo, papel picado de algún cumple…De todo! 

El último hallazgo fue hace unos días atrás. Me fui de shopping pulguero y compré varias mesitas de luz para poner a punto. Hete aquí, que en una de ellas, cuando abro el cajón me encuentro con  estampitas dedicadas a todos los Santos, un manojo de papel carta y  sus respectivos sobres (artículos en vía de existención, si los hay!!), y un rótulo que decía "Te amo".


Como siempre me pasa ante un nuevo mueble a reciclar, estoy en la duda de cómo aggionarlas, pero de algo estoy segura: el "Te amo" va a quedar. Será su nuevo dueño quien decida si vale la pena o no conservarlo hasta la eternidad.








No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dejá tu comentario aquí